SACA TIEMPO DE DONDE NO LO HAY
Todos nos quejamos de la falta de tiempo. Vivimos como si el tiempo fuese una cantidad fija, pero no lo es. Se expande y se contrae según la actividad que llevemos a cabo. La ironía es que, cuanto más ocupados estamos, más rápido parece pasar. Si quieres tener la sensación de disponer de tiempo, haz menos cosas.
Para lograr esto basta con seguir estas sencillas recomendaciones: dispón de media hora, todas las mañanas, para planificarl el día y reflexionar e imponer la oblicagción de llegar diez minutos antes a cada entrevista. ¿Has notado que los ejecutivos de alto nivel y la gente exitosa siempre dan la imporesión de tener tiempo libre? Cuando se está junto a este tipo de persona, están serenos, compuestos y tomando las cosas con calma. ¡Por eso son más eficientes!
Los minutos de reflexión de cada día ayudan a tener una amplia perspectiva de lo que te podrías perder si no te organizas. Un registro del uso del tiempo es imprescindible. Es igual que cuando se cuida el dinero; cuando no sabes en qué se ha ido, la solución es llevar un registro de gastos durante al menos un mes.
¿Trabajas arduamente, llegas temprano al trabajo y te marchas tarde, y aún así no te alcanza el tiempo para todo lo que debes hacer? ¿Sientes que el día no tiene suficientes horas para cumplir con todas tus tareas? ¿Pasas demasiado tiempo ocupándote de los asuntos rutinarios y no puedes dedicarte a los proyectos importantes tanto en el trabajo como en casa?
Durante una semana, anota cada 15 minutos en qué utilizas tu tiempo. Escribe todo lo que hagas desde el momento en que te levantes hasta que te vayas a dormir, incluso las llamadas telefónicas y los descansos para ir al baño o tomar un café. Aunque parezca en extremo tedioso, es necesario hacerlo durante una semana y luego extrapolar los datos y reorganizar tu vida de acuerdo con los resultados. Es muy fácil relizar esto con una agenda que ya tenga marcados intervalos de quince minutos; casi todos los dispositivos móviles, celulares y tabletas tienen esta función, o bien se adquieren de forma gratuita como aplicación. Aedmás es necesario escoger una semana normal, que refleje tus horarios habituales, y no una de vacaciones. Entonces ya estarás en condiciones de comenzar tu registro del uso que haces del tiempo.
Eres la única persona que verá estas anotaciones, de modo que no cambies tus horarios para mejorar el resultado. Registra con la mayor exactitud posible lo que haces durante una semana normal. Por supuesto, incluye cosas como dicharte, vestirte, secarte el cabello, preparar el desayuno, tomarlo, leer, trasladarte a tus lugares de trabajo, escuela u oficina, tu tiempo en las redes sociales, etc. Apúntalo todo. Al final de la semana, sabrás con exactitud en qúe gastas tu tiempo y podrás tomar algunas decisiones inteligetnes basadas en la realidad. Muchas personas se quedan consternadas cuando descubren la cantidad de tiempo que pasan pegados a sus dispositivos móviles para modificar su perfil en redes sociales, y que por cierto no dejan satisfacción alguna.
¡APAGA EL TELEVISOR Y OLVÍDATE DE LAS REDES SOCIALES!
Una escritora experta en el tema de la felicidad, Mihaly Csikszentmihalyi, comparte décadas de investigación en un libro donde toma aquellos periodos durante los cuales la dicha de la getne es tal, que hace que la vida valga la pena. Sus investigaciones revelan que las experiencias de genuina satisfacción acontecen en un estado de conciencia llamado «flujo», un estado de concentración especial e intensa en que se experimenta una sensación de trascendencia.
Csikszentmihalyi define numerosas actividades diferentes y las clasifica como de «flujo alto» o de «flujo bajo». Las de flujo alto requieren un grado especial de concentración, lo cual quiere decir que la mente participa activamente en la actividad realizada. No nos sorprenda entonces que la televisión sea una de las de flujo más bajo. El mencionado estudio confirma que: la televisión absorve nuestra energía (Consulta Día 1 del programa de Coaching)
La adicción a la televisión tiene las mismas características que cualquier otra, ya sea a la comida, la cafeína, el juego, el alcohol o cualquier otra sustancia o actividad. Y al igual que la adicción a la cafeína, está aceptada y fomentada socialmente. Aun si no te interesa lo que estás viendo, puede que lo mires sólo porque los demás lo hacen. El estadounidense medio se pasa unas seis horas diarias delante del televisor. Es decir, cuarenta y dos horas por semana. Mäs que suficiente para hacer un trabajo a tiempo completo. Aunque no existe todavía un estudio del tiempo que se emplea en las redes sociales, no dudes que sea igual o peor que en este caso.
Trata de limitar tu tiempo frente a estas actividades. Selecciona los programas de televisión y fija horarios para ver las novedades de tus amigos en las redes sociales. No caigas en le hábito de mirar programas y estar conectado a tus redes sólo porque tienes el televisor o el móvil a la mano. ¡Cuidado! Estos vicios exigen costos mayores de los que imaginas y reducen tu capacidad de atraer lo que deseas en la vida.
Escrito
en 7 agosto, 2013